El Hoyo | Director explica el confuso final de la película
Por Florencia Freijo

El Hoyo es la nueva producción española que está arrasando en Netflix y ha dado mucho que hablar no sólo por su trama sino también por su final abierto que generó miles de interpretaciones.
La opera prima de Galder Gaztelu-Uturria es un éxito: se convirtió en la película más vista de la plataforma de streaming en Estados Unidos. Y las redes sociales explotaron con comentarios sobre el desenlace de esta cinta de suspenso.
Ahora su propio director salió a hablar y explicó las intenciones que tuvieron con este final. (Esta nota contiene spoilers)
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— Percepción (@Percepcioon) March 31, 2020
Antes, repasemos la trama: "El hoyo" está basada en una distopía piramidal. En un futuro los prisioneros se alojan en celdas verticales y la alimentación llega primero a los que están de arriba mientras los de abajo pasan hambre (hasta la muerte) sucumbiendo a sus instintos más básicos. Se trata de una oscura jungla de supervivencia, a veces tan insoportable que algunas personas saltan y se suicidan por no tolerar la agonía. Un detalle: los cautivos cambian de nivel al azar, mensualmente.
El director sobre el final de "El Hoyo"
En el final abierto, la interpretación más optimista es que el protagonista, Goreng (Iván Massagué) y Baharat (Emilio Buale) logran que una niña que está escondida en el nivel más bajo de todos y aparentemente bien de salud, logre subir al nivel 0. En este sentido, el mensaje sería que las nuevas generaciones tienen la oportunidad de cambiar el sistema desigual. Pero el director lo planteó desde otro lugar:
"Para mí, ese nivel más bajo [el 333] no existe. Goreng está muerto antes de llegar y eso es solo su interpretación de lo que sintió que tenía que hacer", dijo durante una entrevista para Digital Spy.
Por otra parte, Gaztelu habló sobre la crítica al sistema capitalista: "Realmente creemos que puede haber una mejor distribución de la riqueza, pero la cinta no trata estrictamente del capitalismo. Puede haber una crítica en el inicio, pero mostramos que tan pronto Goreng y Baharat prueban el socialismo, intentando convencer a los otros prisioneros de compartir voluntariamente su comida, acaban matando a la mitad de esas personas, a las que se supone que deben ayudar. Al final, el problema surge cuando intentas exigir la colaboración y ver que no hay grandes logros. Goreng hace lo que se propuso hacer, llevar la panna cotta al nivel más bajo, pero no cambió sobre su opinión de compartir el resto de la comida", añadió.